04 mayo 2011

La Ratonera

Un  ratón,  al  mirar  por  un agujero de la pared, vio a un granjero y su
mujer que abrían un  paquete.  Pensó:  "¿Qué  tipo  de comida podrá haber allí?". Pero quedó aterrorizado, cuando descubrió que era una ratonera.
Fue  al patio de la casa a advertir a todos: "Hay una ratonera en la casa,
¡una ratonera!".
La  gallina que buscaba lombrices en la tierra, mientras escarbaba, cacareó
y le dijo: "Discúlpeme Sr. Ratón; entiendo que sea un gran problema para usted, pero a
mí no me perjudica en nada, ni me molesta!".
El  ratón  fue hasta el cordero y le dijo: "¡Hay una ratonera en la casa!,
¡una ratonera!".

"Discúlpeme,  Sr.  Ratón,  pero  no veo nada qué pueda hacer. . . solamente
pedir por usted.  ¡Quédese  tranquilo,  usted  está  en mis oraciones!", respondió el
cordero.
Se  dirigió,  entonces, a la vaca, pero ella le replicó: "¿Qué me dice Sr. Ratón, una
ratonera?, ¿yo estoy en peligro por casualidad?, creo que no. . .".

El  ratón  se  volvió  a  la  casa,  preocupado, cabizbajo y abatido, para concentrarse en
cómo enfrentar sólo la ratonera del granjero.
Aquella misma noche se escuchó un ruido, como cuando una ratonera apresa a
su víctima.  La mujer del estanciero corrió a ver qué había atrapado. Pero, en
la oscuridad, no  vio  que  la  trampa  agarró  la  cola  de una serpiente venenosa y la
serpiente la picó.
El granjero la llevó de inmediato al hospital. La mujer volvió con fiebre.
Todo el mundo  sabe que para alimentar a alguien con fiebre, nada mejor que un buen
caldo de gallina.  El hombre, entonces, tomó un cuchillo y fue a buscar el principal
ingrediente: la gallina.
Como  la  enfermedad  de  la mujer continuaba, amigos y vecinos vinieron a
verla.
Para alimentarlos, hubo que matar al cordero.
Pero  la  mujer  no resistió y, finalmente, falleció.
El pobre hombre, muy triste, vendió la vaca al matadero, para cubrir los gastos del funeral.

El  único  que  se salvó fue el ratón, que no había encontrado solidaridad
entre sus compañeros de la granja.
La  próxima  vez  que escuches que alguien tiene una dificultad, ¡préstale
atención!, recuerda  que  cuando  hay  una ratonera en la casa... ¡toda la granja corre
peligro!
La mayoría de los problemas del mundo, no se produce por la maldad de los
malos, sino por la apatía de los buenos.

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